viernes, 24 de mayo de 2013

Sesión 1 lectura B

 INNOVACIÓN Y TECNOLOGÍA EDUCATIVA

 

 

Sesión No 1 --Lectura B

Revista iberoamericana de ciencia tecnología y sociedad

versión On-line ISSN 1850-0013

Apropiación social de las tecnologías de la información y la comunicación

Javier Echeverría
(echeverria@ifs.csic.es)
Buenos Aires ene. 2008


3. Aprendizaje y apropiación social
Puesto que las TIC conforman un sistema tecnológico nuevo, la apropiación social de dichas tecnologías requiere aprender a usarlas. No es de extrañar que la Declaración de la Cumbre Mundial insista en la importancia estratégica del sector educativo para el desarrollo de una sociedad de la información integradora y que evite la exclusión social, tanto de personas como de grupos sociales. La brecha digital depende de los espacios desiguales de capacidades que unos y otros puedan tener. Por tanto, es preciso promover la llamada alfabetización digital, y ello en los diversos niveles educativos, incluidos aquellos sectores sociales que menos oportunidades tienen para utilizar competente y activamente las TIC. Ello implica diversas acciones estratégicas a llevar a cabo, entre las cuales destacaremos las siguientes:
a) Garantizar el acceso y la conexión al espacio electrónico generado por las TIC, puesto que en dicho espacio es donde se desarrollan las sociedades de la información. Ello implica que los diversos países y regiones han de contar con las infraestructuras TIC adecuadas: redes telemáticas de banda ancha, hardware, software, etc. Su ausencia es un indicador de infopobreza, pero no el único.
b) Formar a los usuarios potenciales para que sepan utilizar competentemente las TIC, en función de sus necesidades, apetencias y valores. Puesto que, en principio, nadie debe quedar excluido de la sociedad de la información, esta acción estratégica implica un sistema educativo basado en la formación continua, debido a que el ritmo de innovación en el sector TIC es muy acelerado y las tecnologías devienen obsoletas con rapidez. A diferencia de la sociedad industrial, en la que la formación adquirida en la escuela y en las universidades podía valer para toda la vida profesional de una persona, la apropiación social de las TIC resulta relativamente efímera. Atender a esta exigencia implica profundos cambios estructurales en los sistemas educativos y de formación. Por tanto, el nivel de desarrollo de la e-educación es otro indicador relevante.
c) Garantizar la universalidad de esta formación TIC, para lo cual es preciso adaptar los procesos de aprendizaje a las diversas culturas y lenguas, así como al nivel de formación previa de las personas. En la medida en que la expansión de las TIC sea percibida como una amenaza para una cultura determinada, la apropiación social tendrá graves dificultades. Por tanto, los estudios de percepción social, actitudes y uso de las TIC son indicadores básicos del desarrollo de una sociedad de la información en una cultura determinada. Otro tanto cabe decir del grado de adaptación y uso de los idiomas a las tecnologías TIC. En las sociedades de la información y el conocimiento, las lenguas y las culturas son recursos estratégicos.
Estos tres grandes objetivos parecen muy difíciles de lograr, pero han de tenerse en cuenta en todo momento a la hora de diseñar políticas públicas. La formación TIC es eminentemente práctica, puesto que la apropiación de dichas tecnologías sólo se logra mediante su uso efectivo, es decir, desarrollando el espacio de funcionamientos. No estamos ante procesos educativos basados en la transmisión de conocimientos, sino en la adquisición de habilidades y destrezas. Para ello, se requiere la existencia previa de formadores competentes, lo que está muy lejos de ocurrir, salvo excepciones en algunos países desarrollados. Esta es la razón por la que, por lo que respecta al sector TIC, buena parte de los procesos de aprendizaje son de índole autodidacta y cooperativa. Se procede por ensayo y error, de modo experimental. En el mejor de los casos, quien se desempeña mejor en el uso de las TIC ayuda a sus compañeros/as, aportándoles informaciones y destrezas que él o ella misma han adquirido con el uso. La apropiación social de las tecnologías TIC se lleva a cabo de formas muy diferentes en función de las personas y grupos que consiguen adquirir unas ciertas competencias en su uso. En conjunto, no cabe hablar de una planificación previa de los procesos de aprendizaje, ni mucho menos de una formación sistemática. El problema es considerable, máxime si tenemos en cuenta que dicha formación debería ser continua, adaptando los contenidos y las habilidades a adquirir a la rápida evolución del sistema TIC.
Particular importancia tiene la formación de los niños y niñas, que suele estar caracterizada por el autodidactismo. Lo habitual es que los jóvenes sepan usar mejor las TIC que sus mayores, trátese de sus padres o de sus profesores. Por tanto, en la sociedad de la información actual existe una brecha generacional, que surge en base a los menguados espacios de capacidades TIC que las personas adultas poseen. También hay que tener en cuenta que un sector no desdeñable de la población adulta, y en particular del profesorado, se siente inseguro al utilizar dichas tecnologías, y a veces las rechaza, recurriendo a los más diversos argumentos para justificar su actitud negativa. La escasez de formadores TIC es un déficit para un país, porque reduce el espacio colectivo de capacidades.
Todo ello define un profundo problema estructural en la sociedad de la información, al no existir sistemas educativos eficaces para formar a las personas en el uso competente de las TIC. Diversos países, por ejemplo la Unión Europea, han promovido programas de e-learning para afrontar esa cuestión. Sin embargo, el éxito de dichos proyectos es relativo, optándose hoy en día por un aprendizaje combinado (blended learning) que no se lleva a cabo únicamente en las redes, sino alternando el aprendizaje en línea con la formación presencial. La educación universitaria es la que, relativamente hablando, se ha adaptado mejor a las necesidades de cambio, pero todavía queda muchísimo por hacer en la educación primaria y secundaria, así como en las diversas modalidades de educación especial, que se ocupan de sectores sociales problemáticos.
En suma, la apropiación social de las TIC es parcial, cuando la hay, y se lleva a cabo por vías muy diversas. Siendo muy desigual el aprendizaje, no es de extrañar que los espacios de capacidades de las personas presenten grandes diferencias entre sí. La conclusión a extraer es pesimista: hoy por hoy no se vislumbran sistemas de formación mínimamente coherentes y generalizados, salvo en sectores sociales y países muy concretos. Esta es la razón por la que el Plan de Acción promovido por la Cumbre Mundial de la ONU apenas ha tenido concreción en la educación, sin perjuicio de los logros puntuales de algunas instituciones, como la UNESCO.

4. Apropiación colectiva de las TIC y diversidad cultural
La sociedad de la información surgió en los Estados Unidos de América, cuyas empresas transnacionales han dominado casi totalmente el mercado de las tecnologías de la información y la comunicación. Otro tanto cabe decir de la lengua inglesa, que predomina claramente en Internet.5 Sin embargo, conforme el sistema tecnológico TIC se ha expandido por todo el mundo, las cuestiones culturales y lingüísticas están revelándose decisivas para una apropiación generalizada de las TIC. Las lenguas, en particular, son las principales vías de acceso a la información y el conocimiento que tienen las personas, y son la base de la comunicación interpersonal. Por tanto, la expansión de la SI ha traído consigo la aparición de múltiples espacios lingüísticos y culturales, particularmente relevantes en el caso de la radio y la televisión, y progresivamente en otras tecnologías TIC. En términos relativos, el predominio del inglés decrece en Internet en los últimos años, siendo el chino, el español, el hindi y el árabe lenguas emergentes en la sociedad de la información. En la medida en que se pretenda generar una sociedad integradora y se rechace la exclusión, la apropiación social de las TIC pasa por el desarrollo de una pluralidad de lenguas y culturas en la SI, y ello por razones estructurales, derivadas de su relevancia para el acceso a la información y para la comunicación. La Cumbre Mundial organizada por la ONU fue consciente de este problema, y fijó unos principios básicos:
La diversidad cultural es el patrimonio común de la humanidad. La Sociedad de la Información debe fundarse en el reconocimiento y respeto de la identidad cultural, la diversidad cultural y lingüística, las tradiciones y las religiones, además de promover un diálogo entre las culturas y las civilizaciones. La promoción, la afirmación y preservación de los diversos idiomas e identidades culturales, tal como se consagran en los correspondientes documentos acordados por las Naciones Unidas, incluida la Declaración Universal de la UNESCO sobre la Diversidad Cultural, contribuirán a enriquecer aún más la Sociedad de la Información. (§ 52)
La creación, difusión y preservación de contenido en varios idiomas y formatos deben considerarse altamente prioritarias en la construcción de una Sociedad de la Información integradora, prestándose particular atención a la diversidad de la oferta de obras creativas y el debido reconocimiento de los derechos de los autores y artistas. Es esencial promover la producción de todo tipo de contenidos, sean educativos, científicos, culturales o recreativos, en diferentes idiomas y formatos, y la accesibilidad a esos contenidos. La creación de contenido local que se ajuste a las necesidades nacionales o regionales alentará el desarrollo económico y social y estimulará la participación de todas las partes interesadas, entre ellas, los habitantes de zonas rurales, distantes y marginadas. (§ 53)
El punto de partida es la brecha lingüística y cultural, dado el desarrollo muy desigual de unas y otras lenguas y culturas en el espacio electrónico. Al afirmar estos principios multiculturales y plurilingüísticos, la ONU pretende reorientar el desarrollo de la sociedad de la información a nivel global, evitando que espacios lingüísticos y culturales colectivos queden excluidos de la misma. Desde el punto de vista de la apropiación social de las TIC, se trata de un problema fundamental. Terminaremos este artículo con unas breves consideraciones al respecto, centrándonos exclusivamente en el problema lingüístico. La hipótesis principal que vamos a mantener afirma que las TIC favorecen la evolución de las lenguas en un sentido hasta ahora inusitado, a saber: las hacen evolucionar hacia una nueva modalidad de lenguas, las e-lenguas o lenguas electrónicas. Ello es particularmente claro en el caso de Internet y la escritura electrónica.
Internet no sólo es un nuevo medio de información y comunicación, sino que, configura un nuevo espacio social, electrónico, telemático, digital, informacional y reticular.6 Es importante tener en cuenta esto a la hora de analizar la influencia de las TIC sobre los idiomas y las culturas. No es lo mismo expresarse oralmente (el aire como medio de comunicación), por escrito (soporte papel) o a través de teléfonos digitales y redes telemáticas tipo Internet (habla/escritura electrónicas). El espacio lingüístico es muy distinto en el entorno TIC. Lo llamaremos espacio e-lingüístico y hablaremos de e-lenguas (lenguas electrónicas), para distinguir las lenguas en el espacio electrónico de las que se hablan y escriben en ámbitos rurales y urbanos.
La emergencia del espacio electrónico conlleva la aparición de una nueva forma de escritura y publicación, los documentos electrónicos, basados en la digitalización, la informatización, la hipertextualización, la telematización y la memorización electrónica multimedia. Es importante tener en cuenta que las TIC no sólo transforman lo que se publica (por ejemplo en la World Wide Web), sino también el habla y la escritura íntima y privada (chats, correo electrónico, archivos personales, blogs, mensajes SMS, firma electrónica, encriptación, autentificación, etc.). Conforme más se expanden en los ámbitos privados, mayor es la apropiación social de las TIC: El habla y la escritura son transferibles al espacio electrónico mediante artefactos TIC como el teléfono digital, el scanner, el reconocimiento automático del habla, las grabadoras y videocámaras digitales, el software de procesamiento de textos y sonidos, las tarjetas de sonido, etc. También las imágenes y los datos pueden ser escritos en formato electrónico y digital, debido al carácter multimedia del nuevo espacio. En una palabra: las TIC permiten escribir el habla, los textos, el sonido, las imágenes, las fórmulas, los números y los datos, y todo ello independientemente del sistema de signos que cada cultura pueda utilizar para hablar o escribir. La aparición de la escritura y la imprenta produjo un fuerte impacto sobre las lenguas habladas. Otro tanto ocurre hoy en día: la escritura electrónica induce profundos cambios en las lenguas habladas y escritas. Practicar una lengua en el espacio electrónico implica poder digitalizar, informatizar, hipertextualizar, telematizar y memorizar lo que unos y otros expresamos. La alfabetización digital implica nuevas competencias "lingüísticas", que es preciso aprender si queremos expresarnos en el espacio electrónico. La apropiación social de las TIC pasa por la mediación de los idiomas, con la particularidad de que el sistema TIC transforma las lenguas conforme los hablantes (y escribientes) van haciendo suyas dichas tecnologías.
Un desafío así no sólo atañe a las personas, sino a las comunidades que hablan una determinada lengua. Dicho desafío es global, universal, es decir, afecta a todas las lenguas. Cabe decir que la emergencia del sistema TIC implica una nueva fase evolutiva en el desarrollo de los idiomas. Aquellas lenguas que sepan adaptarse a la estructura del nuevo espacio sobrevivirán y se desarrollarán en las sociedades de la información. Las que no lo logren, se verán relegadas, como ya ocurrió en el caso de las tradiciones orales que no dieron el salto al espacio impreso.
Resumiremos las consideraciones anteriores diciendo que en E3 las lenguas devienen tecnolenguas (o también e-lenguas, infolenguas, lenguas digitales), es decir, sistemas de comunicación y de memoria que necesariamente han de estar implementados tecnológica e informáticamente. El futuro de las lenguas en la SI no depende sólo del número de hablantes, del grado de alfabetización o de la calidad de sus escritores, sino también de la competencia de los técnicos e ingenieros que sepan adecuarlas al nuevo espacio electrónico, telemático e informacional, así como de los usuarios que sepan practicarlas. La expansión de una lengua en Internet se convierte así en una cuestión de ingeniería lingüística, no sólo de hablantes o literatos. Pero, además, resulta imprescindible la enseñanza de las e-lenguas a los propios hablantes, así como impulsar la existencia de escenarios electrónicos en donde puedan ser practicadas con soltura. Cabría mencionar otras grandes consecuencias, pero las tres recién mencionadas pueden bastar para hacernos una idea de la magnitud del desafío que la emergencia de la SI supone para las lenguas vivas.
Este ejemplo muestra hasta qué punto el sistema TIC afecta a entidades colectivas, no sólo a las personas. Los idiomas son estructuras muy estables, que raras veces experimentan cambios radicales. Conforme a la hipótesis que estamos manteniendo, estamos viviendo uno de esos raros momentos. Los estudios CTS han de ocuparse específicamente de las relaciones entre las ciencias, las tecnologías y las lenguas (CTL), debido a que éstas últimas son indispensables para la apropiación social y colectiva de las TIC, pero también porque dicho sistema tecnológico no sólo transforma las sociedades, también las lenguas.

Por tanto, se entiende bien la insistencia de la Cumbre Mundial en el problema lingüístico generado por las tecnologías de la información y la comunicación. La adquisición de capacidades TIC pasa por el aprendizaje y dominio de las lenguas electrónicas. En la medida en que los espacios lingüísticos previamente existentes sean capaces de desarrollarse en el espacio electrónico, la sociedad de la información será plurilingüe. Otro tanto cabe decir de las culturas, aunque éste es un problema de índole diferente, que no abordamos aquí.

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