INNOVACIÓN Y TECNOLOGÍA EDUCATIVA
Sesión No 1 --Lectura B
Revista iberoamericana de
ciencia tecnología y sociedad
versión On-line ISSN 1850-0013
Apropiación
social de las tecnologías de la información y la comunicación
Javier Echeverría
(echeverria@ifs.csic.es)
Buenos
Aires ene. 2008
3.
Aprendizaje y apropiación social
Puesto
que las TIC conforman un sistema tecnológico nuevo, la apropiación social de
dichas tecnologías requiere aprender a usarlas. No es de extrañar que la Declaración de la Cumbre Mundial
insista en la importancia estratégica del sector educativo para el desarrollo
de una sociedad de la información integradora y que evite la exclusión social,
tanto de personas como de grupos sociales. La brecha digital depende de los
espacios desiguales de capacidades que unos y otros puedan tener. Por tanto, es
preciso promover la llamada alfabetización digital, y ello en los diversos
niveles educativos, incluidos aquellos sectores sociales que menos oportunidades
tienen para utilizar competente y activamente las TIC. Ello implica diversas
acciones estratégicas a llevar a cabo, entre las cuales destacaremos las
siguientes:
a)
Garantizar el acceso y la conexión al espacio electrónico generado por las TIC,
puesto que en dicho espacio es donde se desarrollan las sociedades de la
información. Ello implica que los diversos países y regiones han de contar con
las infraestructuras TIC adecuadas: redes telemáticas de banda ancha, hardware,
software, etc. Su ausencia es un indicador de infopobreza, pero no el único.
b)
Formar a los usuarios potenciales para que sepan utilizar competentemente las
TIC, en función de sus necesidades, apetencias y valores. Puesto que, en
principio, nadie debe quedar excluido de la sociedad de la información, esta
acción estratégica implica un sistema educativo basado en la formación
continua, debido a que el ritmo de innovación en el sector TIC es muy acelerado
y las tecnologías devienen obsoletas con rapidez. A diferencia de la sociedad industrial,
en la que la formación adquirida en la escuela y en las universidades podía
valer para toda la vida profesional de una persona, la apropiación social de
las TIC resulta relativamente efímera. Atender a esta exigencia implica
profundos cambios estructurales en los sistemas educativos y de formación. Por
tanto, el nivel de desarrollo de la e-educación es otro indicador
relevante.
c)
Garantizar la universalidad de esta formación TIC, para lo cual es preciso
adaptar los procesos de aprendizaje a las diversas culturas y lenguas, así como
al nivel de formación previa de las personas. En la medida en que la expansión
de las TIC sea percibida como una amenaza para una cultura determinada, la
apropiación social tendrá graves dificultades. Por tanto, los estudios de
percepción social, actitudes y uso de las TIC son indicadores básicos del
desarrollo de una sociedad de la información en una cultura determinada. Otro
tanto cabe decir del grado de adaptación y uso de los idiomas a las tecnologías
TIC. En las sociedades de la información y el conocimiento, las lenguas y las
culturas son recursos estratégicos.
Estos
tres grandes objetivos parecen muy difíciles de lograr, pero han de tenerse en
cuenta en todo momento a la hora de diseñar políticas públicas. La formación
TIC es eminentemente práctica, puesto que la apropiación de dichas tecnologías
sólo se logra mediante su uso efectivo, es decir, desarrollando el espacio de
funcionamientos. No estamos ante procesos educativos basados en la transmisión
de conocimientos, sino en la adquisición de habilidades y destrezas. Para ello,
se requiere la existencia previa de formadores competentes, lo que está muy
lejos de ocurrir, salvo excepciones en algunos países desarrollados. Esta es la
razón por la que, por lo que respecta al sector TIC, buena parte de los
procesos de aprendizaje son de índole autodidacta y cooperativa. Se procede por
ensayo y error, de modo experimental. En el mejor de los casos, quien se
desempeña mejor en el uso de las TIC ayuda a sus compañeros/as, aportándoles
informaciones y destrezas que él o ella misma han adquirido con el uso. La
apropiación social de las tecnologías TIC se lleva a cabo de formas muy
diferentes en función de las personas y grupos que consiguen adquirir unas
ciertas competencias en su uso. En conjunto, no cabe hablar de una
planificación previa de los procesos de aprendizaje, ni mucho menos de una
formación sistemática. El problema es considerable, máxime si tenemos en cuenta
que dicha formación debería ser continua, adaptando los contenidos y las
habilidades a adquirir a la rápida evolución del sistema TIC.
Particular
importancia tiene la formación de los niños y niñas, que suele estar
caracterizada por el autodidactismo. Lo habitual es que los jóvenes sepan usar
mejor las TIC que sus mayores, trátese de sus padres o de sus profesores. Por
tanto, en la sociedad de la información actual existe una brecha generacional,
que surge en base a los menguados espacios de capacidades TIC que las personas
adultas poseen. También hay que tener en cuenta que un sector no desdeñable de
la población adulta, y en particular del profesorado, se siente inseguro al
utilizar dichas tecnologías, y a veces las rechaza, recurriendo a los más
diversos argumentos para justificar su actitud negativa. La escasez de
formadores TIC es un déficit para un país, porque reduce el espacio colectivo
de capacidades.
Todo
ello define un profundo problema estructural en la sociedad de la información,
al no existir sistemas educativos eficaces para formar a las personas en el uso
competente de las TIC. Diversos países, por ejemplo la Unión Europea , han
promovido programas de e-learning para afrontar esa cuestión. Sin embargo, el
éxito de dichos proyectos es relativo, optándose hoy en día por un aprendizaje
combinado (blended learning) que no se lleva a cabo únicamente en las
redes, sino alternando el aprendizaje en línea con la formación presencial. La
educación universitaria es la que, relativamente hablando, se ha adaptado mejor
a las necesidades de cambio, pero todavía queda muchísimo por hacer en la
educación primaria y secundaria, así como en las diversas modalidades de
educación especial, que se ocupan de sectores sociales problemáticos.
En
suma, la apropiación social de las TIC es parcial, cuando la hay, y se lleva a
cabo por vías muy diversas. Siendo muy desigual el aprendizaje, no es de
extrañar que los espacios de capacidades de las personas presenten grandes
diferencias entre sí. La conclusión a extraer es pesimista: hoy por hoy no se
vislumbran sistemas de formación mínimamente coherentes y generalizados, salvo
en sectores sociales y países muy concretos. Esta es la razón por la que el
Plan de Acción promovido por la Cumbre Mundial de la ONU apenas ha tenido
concreción en la educación, sin perjuicio de los logros puntuales de algunas
instituciones, como la UNESCO.
4.
Apropiación colectiva de las TIC y diversidad cultural
La
sociedad de la información surgió en los Estados Unidos de América, cuyas
empresas transnacionales han dominado casi totalmente el mercado de las
tecnologías de la información y la comunicación. Otro tanto cabe decir de la
lengua inglesa, que predomina claramente en Internet.5 Sin embargo,
conforme el sistema tecnológico TIC se ha expandido por todo el mundo, las
cuestiones culturales y lingüísticas están revelándose decisivas para una
apropiación generalizada de las TIC. Las lenguas, en particular, son las
principales vías de acceso a la información y el conocimiento que tienen las
personas, y son la base de la comunicación interpersonal. Por tanto, la
expansión de la SI
ha traído consigo la aparición de múltiples espacios lingüísticos y culturales,
particularmente relevantes en el caso de la radio y la televisión, y
progresivamente en otras tecnologías TIC. En términos relativos, el predominio
del inglés decrece en Internet en los últimos años, siendo el chino, el
español, el hindi y el árabe lenguas emergentes en la sociedad de la información.
En la medida en que se pretenda generar una sociedad integradora y se rechace
la exclusión, la apropiación social de las TIC pasa por el desarrollo de una
pluralidad de lenguas y culturas en la
SI , y ello por razones estructurales, derivadas de su relevancia
para el acceso a la información y para la comunicación. La Cumbre Mundial
organizada por la ONU
fue consciente de este problema, y fijó unos principios básicos:
La
diversidad cultural es el patrimonio común de la humanidad. La Sociedad de la Información debe
fundarse en el reconocimiento y respeto de la identidad cultural, la diversidad
cultural y lingüística, las tradiciones y las religiones, además de promover un
diálogo entre las culturas y las civilizaciones. La promoción, la afirmación y
preservación de los diversos idiomas e identidades culturales, tal como se
consagran en los correspondientes documentos acordados por las Naciones Unidas,
incluida la
Declaración Universal de la UNESCO sobre la Diversidad Cultural ,
contribuirán a enriquecer aún más la Sociedad de la Información. (§ 52)
La
creación, difusión y preservación de contenido en varios idiomas y formatos
deben considerarse altamente prioritarias en la construcción de una Sociedad de
la Información
integradora, prestándose particular atención a la diversidad de la oferta de
obras creativas y el debido reconocimiento de los derechos de los autores y
artistas. Es esencial promover la producción de todo tipo de contenidos, sean
educativos, científicos, culturales o recreativos, en diferentes idiomas y
formatos, y la accesibilidad a esos contenidos. La creación de contenido local
que se ajuste a las necesidades nacionales o regionales alentará el desarrollo
económico y social y estimulará la participación de todas las partes
interesadas, entre ellas, los habitantes de zonas rurales, distantes y
marginadas. (§ 53)
El
punto de partida es la brecha lingüística y cultural, dado el desarrollo muy
desigual de unas y otras lenguas y culturas en el espacio electrónico. Al
afirmar estos principios multiculturales y plurilingüísticos, la ONU pretende reorientar el
desarrollo de la sociedad de la información a nivel global, evitando que
espacios lingüísticos y culturales colectivos queden excluidos de la misma.
Desde el punto de vista de la apropiación social de las TIC, se trata de un
problema fundamental. Terminaremos este artículo con unas breves
consideraciones al respecto, centrándonos exclusivamente en el problema
lingüístico. La hipótesis principal que vamos a mantener afirma que las TIC
favorecen la evolución de las lenguas en un sentido hasta ahora inusitado, a
saber: las hacen evolucionar hacia una nueva modalidad de lenguas, las e-lenguas
o lenguas electrónicas. Ello es particularmente claro en el caso de Internet y
la escritura electrónica.
Internet
no sólo es un nuevo medio de información y comunicación, sino que, configura un
nuevo espacio social, electrónico, telemático, digital, informacional y
reticular.6 Es importante
tener en cuenta esto a la hora de analizar la influencia de las TIC sobre los
idiomas y las culturas. No es lo mismo expresarse oralmente (el aire como medio
de comunicación), por escrito (soporte papel) o a través de teléfonos digitales
y redes telemáticas tipo Internet (habla/escritura electrónicas). El espacio
lingüístico es muy distinto en el entorno TIC. Lo llamaremos espacio e-lingüístico
y hablaremos de e-lenguas (lenguas electrónicas), para distinguir las
lenguas en el espacio electrónico de las que se hablan y escriben en ámbitos
rurales y urbanos.
La
emergencia del espacio electrónico conlleva la aparición de una nueva forma de
escritura y publicación, los documentos electrónicos, basados en la
digitalización, la informatización, la hipertextualización, la telematización y
la memorización electrónica multimedia. Es importante tener en cuenta que las
TIC no sólo transforman lo que se publica (por ejemplo en la World Wide
Web), sino también el habla y la escritura íntima y privada (chats,
correo electrónico, archivos personales, blogs, mensajes SMS, firma
electrónica, encriptación, autentificación, etc.). Conforme más se expanden en
los ámbitos privados, mayor es la apropiación social de las TIC: El habla y la
escritura son transferibles al espacio electrónico mediante artefactos TIC como
el teléfono digital, el scanner, el reconocimiento automático del habla,
las grabadoras y videocámaras digitales, el software de procesamiento de
textos y sonidos, las tarjetas de sonido, etc. También las imágenes y los datos
pueden ser escritos en formato electrónico y digital, debido al carácter
multimedia del nuevo espacio. En una palabra: las TIC permiten escribir el
habla, los textos, el sonido, las imágenes, las fórmulas, los números y los
datos, y todo ello independientemente del sistema de signos que cada cultura
pueda utilizar para hablar o escribir. La aparición de la escritura y la
imprenta produjo un fuerte impacto sobre las lenguas habladas. Otro tanto
ocurre hoy en día: la escritura electrónica induce profundos cambios en las
lenguas habladas y escritas. Practicar una lengua en el espacio electrónico
implica poder digitalizar, informatizar, hipertextualizar, telematizar y
memorizar lo que unos y otros expresamos. La alfabetización digital implica
nuevas competencias "lingüísticas", que es preciso aprender si
queremos expresarnos en el espacio electrónico. La apropiación social de las
TIC pasa por la mediación de los idiomas, con la particularidad de que el sistema
TIC transforma las lenguas conforme los hablantes (y escribientes) van haciendo
suyas dichas tecnologías.
Un
desafío así no sólo atañe a las personas, sino a las comunidades que hablan una
determinada lengua. Dicho desafío es global, universal, es decir, afecta a
todas las lenguas. Cabe decir que la emergencia del sistema TIC implica una
nueva fase evolutiva en el desarrollo de los idiomas. Aquellas lenguas que
sepan adaptarse a la estructura del nuevo espacio sobrevivirán y se
desarrollarán en las sociedades de la información. Las que no lo logren, se
verán relegadas, como ya ocurrió en el caso de las tradiciones orales que no
dieron el salto al espacio impreso.
Resumiremos
las consideraciones anteriores diciendo que en E3 las lenguas devienen
tecnolenguas (o también e-lenguas, infolenguas, lenguas digitales), es
decir, sistemas de comunicación y de memoria que necesariamente han de estar
implementados tecnológica e informáticamente. El futuro de las lenguas en la SI no depende sólo del número
de hablantes, del grado de alfabetización o de la calidad de sus escritores,
sino también de la competencia de los técnicos e ingenieros que sepan
adecuarlas al nuevo espacio electrónico, telemático e informacional, así como
de los usuarios que sepan practicarlas. La expansión de una lengua en Internet
se convierte así en una cuestión de ingeniería lingüística, no sólo de
hablantes o literatos. Pero, además, resulta imprescindible la enseñanza de las
e-lenguas a los propios hablantes, así como impulsar la existencia de
escenarios electrónicos en donde puedan ser practicadas con soltura. Cabría
mencionar otras grandes consecuencias, pero las tres recién mencionadas pueden
bastar para hacernos una idea de la magnitud del desafío que la emergencia de la SI supone para las lenguas vivas.
Este
ejemplo muestra hasta qué punto el sistema TIC afecta a entidades colectivas,
no sólo a las personas. Los idiomas son estructuras muy estables, que raras
veces experimentan cambios radicales. Conforme a la hipótesis que estamos
manteniendo, estamos viviendo uno de esos raros momentos. Los estudios CTS han
de ocuparse específicamente de las relaciones entre las ciencias, las
tecnologías y las lenguas (CTL), debido a que éstas últimas son indispensables
para la apropiación social y colectiva de las TIC, pero también porque dicho
sistema tecnológico no sólo transforma las sociedades, también las lenguas.
Por
tanto, se entiende bien la insistencia de la Cumbre Mundial en
el problema lingüístico generado por las tecnologías de la información y la
comunicación. La adquisición de capacidades TIC pasa por el aprendizaje y
dominio de las lenguas electrónicas. En la medida en que los espacios
lingüísticos previamente existentes sean capaces de desarrollarse en el espacio
electrónico, la sociedad de la información será plurilingüe. Otro tanto cabe
decir de las culturas, aunque éste es un problema de índole diferente, que no
abordamos aquí.
No hay comentarios:
Publicar un comentario